Dejar ir

Han sido días de dejar ir. A veces es lo que toca hacer. No es fácil la renuncia, cuando ha pasado eso que casi nunca pasa: cuando uno ha sentido el todo en otro (u otra), cuando uno se ha sentido parte de algo más grande que uno mismo, puede ser una relación, una obra de arte, un negocio, un lugar...

... en realidad qué se yo si es fácil para "uno"? Se cómo es para mi. Es... fuerte, es... no se cómo describirlo, pero me ha dado por entender más, saber más, he estado estudiando y en eso encontré algo de Alan Watts que me hizo sentido. Recordando la filosfía Vedanta de la antíugua India, propone:
A Dios le encanta jugar al escondite; pero como no hay nada fuera de Dios, no se tiene más que a sí mismo para jugar. Esta dificultad la supera simulando que él no es él. Esta es su manera de esconderse de sí mismo; simula que es tú, y yo, y toda la gente en el mundo, y todos los animales y las plantas, las piedras y todas las estrellas.
Entonces, si he sentido la completitud, he aceptado el regalo de esa unidad sublime, y puedo aceptar también que allí el tiempo no es horizontal y la distancia no es medible, que siempre estaré conectado por dentro con esta experiencia, haber visto a Dios en los ojos de alguien, haberme sentido parte de algo grande.
In your eyes, the light the heat, I am complete, I see the doorway to a thousand churches, the resolution of all the fruitless searches. Peter Gabriel
Agradezco me hayan visto, sentido, cambiado mi vida, el trabajo, el amor, el arte, aunque haya durado sólo un instante, unas palabras, o aunque sea para siempre pero de lejos. Creo, acepto, dejo ir y sigo mi camino.

Yes, I guess I was talking to you.

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